El director ejecutivo Brendan Morris asistió a la reciente conferencia 'Shape of the Game' de World Rugby y presentó la controvertida propuesta, que ha sido recomendada para su votación en la próxima reunión del consejo de la unión internacional.



En caso de que se apruebe, lo que requiere una aprobación del 75%, se promulgará un ensayo global y, si tiene éxito, podría convertirse en ley.

Sin embargo, se están encontrando con resistencia, sobre todo por parte de los países del Seis Naciones, que siempre se han mostrado escépticos a este tipo de modificaciones.

"El taller (Shape of the Game) hizo algunas recomendaciones, una de las cuales era que la tarjeta roja de 20 minutos se sometiera a un ensayo global", dijo Morris a Stuff.

"A corto plazo, el bloque de las Seis Naciones volvió y nos dijo: 'Bueno, preferiríamos ir a una prueba cerrada y probarla, y luego volver y echarle otro vistazo'. Pero al final, la recomendación para la reunión del consejo de World Rugby del 9 de mayo es que queremos hacer una prueba global".

"Para que eso sea aceptado, tienes que conseguir una mayoría del 75% de los votos de los miembros del consejo".

Se trata de una ley que ha recibido un gran apoyo en el hemisferio sur, que cree que las tarjetas rojas por problemas de técnica de tackle -en lugar de por juego sucio- están obstaculizando el deporte. Las expulsiones por contacto con la cabeza son a menudo involuntarias, lo que ha provocado las protestas de los detractores.