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Nota a la primera edición en español de Obreros y empleados en vísperas del Tercer Reich LA HISTORIA DE Obreros y empleados en vísperas del Tercer Reich, que hoy se publica en español, comenzó en 1931. El libro no vio la luz sino hasta 1980, cuando a instancias de Wolfgang Bonß, Erich Fromm aceptó su publicación en idioma alemán. Ésta era la investigación que Fromm más había referido a lo largo de su obra y la más rodeada de misterios de la Escuela de Frankfurt. Durante los cincuenta años previos a su publicación, se habló de ese trabajo como se habla de un mito. Se dijo que estaba inconcluso, que era imperfecto, que había cambiado la investigación cualitativa, que inauguraba un nuevo método interpretativo, que había sido una prenda devorada por los personalismos. Sin embargo, se sabía con certeza que esa investigación, que originalmente constaba de 3.300 cuestionarios de 271 preguntas cada uno, fue el primer estudio empírico de la Escuela de Frankfurt, confeccionado fundamentalmente con el interés de “saber cuántos entre los trabajadores y empleados alemanes eran combatientes confiables contra el avance del nazismo”1; se sabía también que los primeros reportes habían confirmado las peores sospechas y arrojado datos elocuentes sobre el rumbo que acabaría tomando el pueblo alemán. Estas revelaciones y el creciente autoritarismo llevaron a los miembros del Instituto de Investigación Social [Institut für Sozialforschung] al exilio, salvando todos sus vidas a excepción de Walter Benjamin. Para Fromm, Obreros y empleados… fue la investigación que, junto con el estudio sociológico de las religiones, marcó el rumbo definitivo de su interés científico e intelectual, como si toda la obra posterior no fuera más que el hilo de aquel ovillo que a principios de los años treinta le permitió ensayar la aplicación del psicoanálisis –anche del marxismo– a la sociología y a los estudios sobre religión. En 1980, América del Sur permanecía intervenida por las dictaduras militares casi en su totalidad, y no se supo nada sobre la publicación de Obreros y empleados... La noticia llegó tarde y escondida. Apareció en 1984, como un dato fronterizo de Fromm. Vida y obra, la biografía ilustrada que había escrito su discípulo Rainer Funk, quien 1 E. 44 Fromm y M. Maccoby (1970) Sociopsicoanálisis del campesino mexicano, México, FCE, 1973. Pag. además era psicoanalista y su albacea, a cargo de los derechos de todos sus escritos. Cuando leí el dato bibliográfico, le escribí una carta a Funk. Dos días después, tras haberla hecho traducir, se la envié a una dirección en la que supuestamente tenía su consultorio y que me habían dado por teléfono en la embajada de lo que todavía era Alemania Federal. Con más intrepidez que conciencia, le solicitaba la concesión de los derechos para publicar Obreros y empleados… en idioma español (hasta ese momento tampoco había sido traducido a ningún idioma). Veinte días después recibía en mi casa una amable carta del doctor Funk en la que me autorizaba a gestionar su publicación, junto con dos ejemplares del libro en versión pocket, uno para mí y otro para quien llevara adelante la traducción. Por entonces yo tenía 20 años, era un lector entusiasta de Fromm y un apasionado defensor de su obra frente a filósofos que despectivamente lo llamaban “culturalista” y psicoanalistas que, sin embozos ni respeto, lo consideraban “un muñeco de cera en el museo antropológico del psicoanálisis”. Es el precio que pagó Fromm por la desobediencia, la amplitud, la desmarcación y la magnífica y poco casual interlocución alcanzada con los lectores no especializados; afortunadamente, no le impidieron el rigor en obras fundamentales como Anatomía de la destructividad humana, Marx y su concepto del hombre, Humanismo socialista y Ética y psicoanálisis, entre muchas otras. En aquellos años, junto con quienes conformábamos el colectivo de la Biblioteca Popular Florentino Ameghino en Venado Tuerto (Provincia de Santa Fe), soñábamos con poder leer Obreros y empleados… en español y aprehender el método sociopsicoanalítico que Fromm ya había perfeccionado y aplicado junto con Michael Maccoby en el estudio del campesinado mexicano. En conversaciones trasnochadas llegamos a decir que, a partir de ese libro, se debía realizar un trabajo de campo que permitiera dilucidar el esquivo “carácter social” de los argentinos. Pero, increíblemente, nadie quiso publicarlo. Las editoriales, cuando escuchaban de qué se trataba el libro, me miraban de soslayo y decían que no estaban interesados. Sólo una me dijo que si pagaba la traducción, ellos lo publicarían. Lo intenté, pero era una empresa con costos y cuidados que excedía mis posibilidades. Desde entonces, Obreros y empleados… se ha traducido, aunque morosamente, al inglés, al italiano y al japonés. Pero es uno de los pocos libros de Fromm que aún no se tradujo al francés y que hasta hoy no se había traducido al español, lenguas en las que el creador del “psicoanálisis humanista” y la Escuela de Frankfurt tienen innumerables lectores, además de que presentan un alto desarrollo de las ciencias sociales. En 2010 Argentina fue país invitado en la Feria del Libro de Frankfurt. En esa ocasión, viajé como Director de la Facultad Libre de Rosario junto con la diputada nacional Carmen Nebreda (Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba) y representantes de la Secretaría de Cultura de la Nación para firmar un convenio de colaboración con el famoso Instituto de Investigación Social. Después de visitar el legendario instituto y ver el busto que allí tiene su fundador, el argentino Felix Weil, volví a contactarme, esta vez por mail, con Rainer Funk, en su condición de presidente del consejo de la International Erich Fromm Society. Le recordé que era la misma persona que le había escrito más de 25 años atrás y le pregunté si aún podía contar con los derechos para la publicación de Obreros y empleados... Dos días más tarde, tan amable como la primera vez, Funk me ratificaba lo que para él era una obviedad, y me agregaba que también iba a ponerse en campaña para gestionar los derechos del estudio preliminar realizado por Wolfgang Bonß para la edición de 1980, cosa que hizo al día siguiente con absoluta celeridad, comunicándome el asentimiento y el agradecimiento del doctor Bonß. Dos semanas después, me volvió a llegar un ejemplar del libro con la introducción, lo que le agradecí porque los otros dos ejemplares habían quedado en el periplo recorrido por las editoriales y no me los habían devuelto. A diferencia de 1984, esta vez contaba con algunos años más de experiencia y algo fundamental: el interés expresado anticipadamente por el Fondo de Cultura Económica a través de su director, Alejandro Archain, y por el programa Lectura Mundi de la Universidad Nacional de San Martín, que por intermedio de su director, Mario Greco, se había comprometido a costear la traducción y la mitad de la edición, ya que lo consideraban un libro imprescindible de las ciencias sociales del siglo XX y por ello mismo todavía vigente. Lo que vendría después era una tarea grupal, constructiva y confortable. Concebir el libro junto con los equipo de FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, Lectura Mundi y la Facultad Libre de Rosario. Hablar con Héctor Píccoli, uno de los expertos en alemán más importantes de Argentina, para que llevara adelante la compleja traducción de esta investigación, profusa en tablas, citas y notas. Invitar a la doctora Laura Sotelo, una de las investigadoras que más conoce y más ha trabajado la Escuela de Frankfurt en América Latina, a que escribiera la introducción a la tardía –pero no por ello menos importante– edición en español; no sólo porque ella había trabajado el libro de Fromm sino porque además, junto con el propio Héctor Píccoli, había realizado una primera traducción del texto de Bonß para una ponencia suya en un congreso sobre Teoría Crítica frankfurtiana. Por último, un agradecimiento especial al rector de la Universidad Nacional de San Martín, el doctor Carlos Ruta, a Mario Greco por su impulso y su confianza, y a Daniela Verón, directora de UNSAM Edita, por haber apoyado esta iniciativa cuando todavía no tenía forma y era sólo una idea cargada de entusiasmo. Fernando Peirone Buenos Aires, marzo de 2012 Link de acceso a la reseña que escribí sobre el libro: https://shorturl.at/aehG0