Los habituales programas de wellness laboral no ayudan a que los empleados sean más felices. Invertir tiempo y dinero en programas de mindfulness y resiliencia o en charlitas motivacionales con el gurú de turno no hacen sino ignorar el verdadero problema. (Fuente: The Guardian - Andre Spicer) Andre Spicer is a New Zealand academic, Dean, and Professor of Organisational Behaviour at Bayes Business School, City, University of London. He is an expert in the fields of Organisational Behaviour, Leadership and Corporate Social Responsibility, and is the founding director of ETHOS: The Centre for Responsible Enterprise at Bayes. https://lnkd.in/dh4pgUde Un empleado feliz es más productivo y para mejorar su felicidad los jefes o los CHOs (Chief Happiness Officer) implantan todo tipo de programas de wellness corporativo que van desde ayudas para dejar de fumar, alimentos saludables gratis, sesiones de yoga y mindfulness, mesas de ping pong o sesiones con "expertos" en charlas motivacionales, en positividad y en técnicas de autoayuda". ¿Funcionan estos programas? ¿Consiguen su objetivo? ¿Son los empleados más felices y por tanto más productivos y generan más beneficio a la empresa? Un estudio recién publicado por investigadores de University of Oxford, concluye que casi ninguna de estas prácticas ha tenido un impacto estadísticamente significativo en el bienestar y satisfacción laboral, al contrario, en algunos casos, empeoraban su estado. https://lnkd.in/deYBwZu8 Entonces, ¿qué prácticas mejoran la felicidad de los trabajadores? Jeffrey Pfeffer Professor of Organizational Behavior at the Stanford University Graduate School of Business, estudió qué factores provocan problemas de salud incluso la muerte: trabajo por turnos, largas jornadas, inseguridad laboral, falta de conciliación familiar, escaso control sobre el trabajo, elevadas exigencias y falta de formación. Cuando investigaron el efecto de estos factores en toda la población estadounidense, descubrieron que unas 120.000 muertes al año podían atribuirse a estas malas prácticas en el lugar de trabajo. [El artículo concluye que en lugar de invertir en iniciativas ineficaces, los directivos deberían centrarse en eliminar los factores estresantes citados, pero la cortoplacista visión directiva y el lastre de las prácticas empresariales neoliberales herederas de la Escuela de Chicago dicta que es más rápido y barato (y totalmente ineficaz) darles una manzana gratis al día, un descuento para el gym de la zona y muy especialmente contratar a un charlatán de feria experto en positividad tóxica que tiene como misión desplazar la responsabilidad del empleador al empleado para hacerlos sentir como únicos culpables de sus niveles de estrés y de sus problemas de salud mental por no saber gestionar la sobrecarga de trabajo, las jornadas maratonianas y los míseros salarios que cobran.] #futurodeltrabajo #mercadolaboral #sueldos #saludmental
Bang!!!!! Disparaste con bala al charlatanismo que te vende la falsa solución-supositorio en una hora de Ted Talk con efectos especiales!! Bien hecho! 👏🏻 Efectivamente hemos de poner el focus en rebajar de forma verdadera las condiciones de estrés en la relación laboral.
Como siempre su último párrafo clarísimo.
Yo llevo ya 20 años diciendo esto, pero el dinero y la mínima incomodidad mandan en RRHH y en las empresas. Me alegra ver que salen estudios demostrándolo, porque hay muchas personas que sólo se creen una cosa si la ven publicada en "Harvard" y cía. Pero es de sentido común. Si tus jefes son unos ineptos, no hay bastantes manzanas gratis, ni cursos de meditación, ni sesiones de coaching que cambien esa realidad. Llevo 20 años diciendo a directores de RRHH "esto que tú quieres comprar yo no te lo voy a vender porque tú vas a tirar tu dinero y yo voy a tirar mi tiempo". Y lo que hacen es comprárselo a otro. Porque no saben cómo decirle al CEO que es él quien tiene que hacer coaching, y tomárselo muy en serio, para arreglar los problemas de sus trabajadores - todos los que citas aquí, y añadamos mucha violencia verbal, del tipo que se lee a diario en algunas contestaciones de esta red.
Toda la vida linkediana promoviendo sensatez, seriedad, salud, seguridad y sentido común (5S para los amigos de hundir la flota). Los predicadores, churrulleros, japiologos, charlatanes, vendehumos y pícaros de todo tipo deberían ser desenmascarados y denunciados ante CEOs y directores de RRHH (excepto que sean cómplices). Vamos a ver si ahora Oxfor, antes Pfeffer y sus lecturas les quitan las tonterías (excepto que sea su principal valor). La salud mental laboral y la gestión de los riesgos psicosociales y el objetivo 8 del 2030 es el único camino, y el ruido de desocupados, okupas de despacho y presentistas de apellido debe ser enmascarado por lo legal. #saludmental
Carlos, tal como lo escribes, no puedo evitar darte la razón. Pero creo que no está bien planteado. De estudios, hay muchos. E igual que este que comentas que llega a esta conclusión, hay muchos otros que también muestran que sí funcionan estos programas; o mejor dicho, algunos de estos programas (no todos). No es un tema nada fácil de solucionar, ya que el bienestar mental es el resultado de muchos factores, no solo profesionales. Si al “charlatán, gurú de turno, experto motivacional…” o llámesele como quiera, no tiene ni puta idea, el programa será una mierda. Si es alguien, que más allá del nombre, puede empatizar con la problemática de los empleados, les muestra cómo mejorar su bienestar, y crea un programa personalizado que se va llevando al dedillo, con sus evaluaciones, iteraciones, etc. el resultado dista mucho de los parches que se comentan. Es como todo. Si hay ganas de solucionar cosas, se buscará un buen profesional. Si no, cualquiera sirve. Hay poca cultura, aún, de estos programas. Se invierte poco, y los resultados acaban siendo normalmente en función de lo que se invierte (igual que en cualquier ámbito). Andrés Pascual , Ariadna Casas cómo lo veis?
¿No eres feliz? ¡Sé feliz! El problema de estas charlas motivacionales es que son como un chute de heroína. Te provoca un estado de felicidad enorme durante esos minutos, pero en cuanto desaparece ese efecto vuelves a la realidad y más depresivo que antes porque necesitas otro estímulo de bienestar que no vas a encontrar en tu clima laboral. La raíz de que eso no funcione está en que se anima al empleado a ser feliz, pero no se le enseña como. El humor es una herramienta que lleva a la felicidad y viceversa, la felicidad te puede llevar al humor, por lo que ambos se pueden estar retroalimentando. Generar humor por ti mismo tiene la capacidad de iluminar durante más tiempo como si fuera una vela. Una charla motivacional es una cerilla que alguien enciende por ti y te la pone en la mano. En cuanto se apague quedas en la oscuridad otra vez.
Ayer día 18 de Enero se recordaba en el calendario taco del Sagrado Corazón a uno de los mas brillantes charlatanes de feria con esta frase: «la primera obligación de todo ser humano es ser feliz y la segunda es hacer felices a los demás». Era un personaje de ficción, pero cuando jetas reales se dedican a abrir la boca para excretar frases como estas: "si quieres puedes el poder está en tu mente", "lo importante es la aptitud y el chip", "la gente te quiere, el ceo te ama, dale tu alma" "la fuerza está en tu interior y te ayuda a crecer". Hay que tener mucha cara, mucha jeta y mucha TEZ, para andar así por la vida, aunque pretendan disimularlo con títulos universitarios. Aquí el personaje soltando el discurso a la plantilla.
Desde mi punto de vista y en base a mi experiencia puedo aportar que no es el empleador el responsable de hacer que el empleado sea feliz en su vida, lo que sí puede hacerse como empleador es “facilitar” herramientas que ayuden al empleado a lograr los objetivos que se le plantean en la empresa que se suponen están alineados (algunos) a los personales. Como humanos, hay que hacernos cargo cada uno de nosotros a buscar herramientas que nos ayuden a superar los retos que se nos presenta en la vida, sea en el entorno que sea : laboral, familiar, personal, etc … Todos gestionamos personas (hacer a otros hacer) pero lo primero es la “autogestión”. Es responsabilidad del empleado “poner límites” y negociar que se puede hacer en un trabajo y que no se puede hacer . Hacer que las condiciones o ambiente sean favorables al empleado es parte de lo que ofrecen las empresas, por lo que hay que decidir bien donde uno ingresa a trabajar. Hay de todo, para escoger muchos servicios de ayuda pero no todo le sirve a todos, somos personas diferentes por lo que hay que buscar lo que mejor nos calce.
✅EuroPsy Certified Organisational Psychologist ✅Mental Health Solutions for Business Companies ✅Corporate Soft Skills Designs & Training Programs ✅Soft Skills Trainer and Business Partner at Murcia University 🔴YouTuber
4moPude volver a leerlo. Lo único que no me cuadra es la atribución de estas "modas" al neoliberalismo cuando sin embargo todo esto es fruto de los relatos creados por los defensores del globalismo, la agenda 2030 y los ODS. El foro de Davos por ejemplo ha creado muchos relatos al respecto. Puedo hablarte muy bien de ello porque me dedico a trabajar en este sector y sé quien contrata esto y quien no. Los CHO son hijos de la Responsabilidad Social Corporativa y del colectivismo que pretende llevar la agenda ideológica de la corrección política woke a las empresas.